La COP 16 y la importancia de actuar ya frente a temas cruciales como el agua, la conservación de especies y el cambio climático. Pasemos por la COP y no la COP por nosotros.

Desde cosas tan pequeñas como el cuidado en nuestra cotidianidad hasta grandes negociaciones, hay tres temas fundamentales: el agua, la conservación y prevención de la extinción de especies, y la prevención frente al cambio climático.

¿De dónde viene el agua que bebemos diariamente? Todo el ciclo es maravilloso para que tenga valor en nuestra vida diaria. Desde la cotidianidad, proponemos que los templos se conviertan en aulas ambientales, certificadas en la plataforma de propuestas. Sin embargo, hay temas importantes que deben ser considerados en las negociaciones, donde logramos algo maravilloso: la participación de plataformas y líderes religiosos como observadores en momentos críticos de las negociaciones.

En la COP 16 sobre biodiversidad se propusieron 23 metas en Montreal en 2022, que deben ser evaluadas con tres criterios clave. Como menciona el Papa y la sabiduría científica, todo está interconectado. Estamos hablando de la COP 16, pero el próximo año, en Brasil, será la COP 30 sobre cambio climático. Esta secuencia es importante, ya que cada reunión anterior lleva a nuevas metas y desafíos.

Imagínense, 16 reuniones previas cada dos años para abordar estos temas. A veces, parece más un banquete de vuelo en primera clase que decisiones sobre el futuro de la humanidad. Necesitamos un enfoque colectivo, sin fragmentar la realidad: la biodiversidad está ligada al cambio climático y a la defensa de los derechos humanos.

Para cambiar el estilo de vida, debemos actuar. Si seguimos el ritmo de Estados Unidos, Europa o China, el planeta no aguantará. Necesitamos una forma más fraterna y solidaria de compartir los bienes creados por Dios. Esto implica discusiones sobre redistribución de recursos y subsidios para el uso de combustibles más limpios, presionando a las naciones más ricas para que contribuyan.

La COP no es solo una oportunidad para discutir, sino también para evangelizar y despertar la dimensión ecológica de nuestra fe. Desde la plataforma Laudato Sí, proponemos acciones concretas como eco-parroquias y experiencias verificables en el cuidado de bosques, selvas y ríos.

¿Cómo podemos ver este espacio? No solo como un lugar de decisiones cruciales, sino como una oportunidad para incidir desde nuestras comunidades y espiritualidades en las negociaciones de Santiago de Cali en octubre.

Valoramos experiencias como las de la Conferencia Episcopal y otras organizaciones, como la Confederación Evangélica de Colombia y su trabajo en los manglares, o Canto al Agua y su enfoque en la seguridad hídrica. También, destacamos el papel de las comunidades indígenas y otras tradiciones en el cuidado de la Madre Tierra.

La plataforma de acción Laudato Sí, impulsada por el Papa, nos guía en un camino de siete años hacia una transformación integral en familias, escuelas, empresas y congregaciones. Este es un llamado a la acción global, desde pequeñas huertas en casa hasta proyectos de conservación de hectáreas enteras.

En noviembre, la COP 16 será en Cali, y queremos que todos se involucren. Invitamos a personas de todas las creencias a unirse a esta causa por el cuidado de nuestra casa común. Actuemos desde nuestra cotidianidad y desde nuestras plataformas digitales. Movilicémonos con ética y espiritualidad, orando por quienes toman decisiones y estableciendo lazos de hermandad global.

Esta es una invitación a la acción y a la reflexión. La COP no es solo un evento macro, sino una oportunidad para cambiar nuestras vidas y nuestras comunidades hacia un futuro más sostenible y justo para todos.

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